lunes, 29 de abril de 2013

I XATIVA NATURA TRAIL 2013


Eran las 8:12 de la fría y lluviosa mañana del 28 de Abril, 4 grados y antes de empezar ya mojados nos informan de que en 5 minutos, con 1300 inscritos a la prueba, tan solo 590 corredores tomarán la línea de salida.
590 valientes corredores y esta vez como nuevo miembro del Club Soluttia Triatlón Ibi, íbamos a desafiar a la lluvia, el frío y el barro, sin pensar en los desniveles ni las zonas técnicas con las que ya contábamos.
“La Bicicleta pondrá a cada uno en su lugar”, escucho segundos antes de que el crono marque su primer segundo.
Salida tranquila en la que me coloco el último, puesto que es mi primera prueba de esa distancia, y el objetivo es ir de forma progresiva para medir mis fuerzas.

Tras 1 km de callejeo a lo más puro cross urbano, empiezan los repechos por las estrechas calles del casco antiguo de Xátiva y la gente empieza a andar y quedarse descolgada. Con mis bastones, los cuales ya algún “pro de turno” criticaba diciendo que si iba a hacer algún ULTRA TRAIL, me marco un ritmo firme y tranquilo, pudiendo ver como paso a paso voy adelantando a muchos que en el cross urbano anterior iban como motos.
Empieza la fiesta, y del km 2 al 7 con algunas aglomeraciones por sendas estrechas y empinadas, comienzan los sube-baja sin mucha dificultad y pasamos el primer avituallamiento en el que cojo dos higos y un trago de agua y ni me paro. “¡En 1 km empieza la bicicleta!” oigo a uno de los controladores. ¿Bicicleta? ¡BICICLETÓN! Diría yo…

Algunos corredores se quedaban parados, y otros con tirones por el suelo, tras 400 metros de una pared con más del 30% de desnivel en las que toca poner manos al suelo, no bajo el ritmo y sigo adelantando gente. “¡Bajada peligrosa!” Ríos de barro y agua por todos lados, a través de los que con mis “bastones de ultratrail”, empiezo a quitarme gente de delante bajando como un jabalí con paso firme y rápido hasta llegar a la zona de Río.

3 km más adelante el segundo avituallamiento en el que tampoco paro, y aprovecho para beber sales y trincar plátano y dátiles.
A partir del km 13 son 4 km donde el terreno se vuelve más llano y da opción a meter zapatilla, veo que me falta velocidad punta y pierdo alguna posición que recupero en la penúltima subida.
Tercer avituallamiento, tampoco me paro y veo unos 8 corredores descansando. Dos vasos de sales y un gel me dan las fuerzas para las dos últimas subidas, atravesando campos anegados y un estrecho túnel con dos palmos de agua justo antes de llegar a los pies del Castillo de Xátiva.

Con el km 20 en la puerta del Socorro y tras atravesar esta preciosa fortaleza del siglo XV, sólo falta por hacer una última bajada donde los escalones me avisan de que mis gemelos empiezan a resentirse. Concentrado en seguir como lo había hecho durante estas tres horas, mi único objetivo a partir de ahora era disfrutar y quedarme con ganas de más.

Tras casi 2km de callejeo, vuelvo a retomar el paseo de la Alameda, donde cruzo la línea de meta emocionado y satisfecho por el trabajo realizado, con un tiempo de 3h38min.

Han sido 22km de lucha contra uno mismo en los que la mente a podido a mi cuerpo, y donde he encontrado sensaciones que me han enganchado por completo al mundo del TrailRunnig, descubriendo una conexión con la montaña casi mística y sintiéndome en paz conmigo mismo.

Juan Miguel Hípola Martínez
Soluttia Triatlón Ibi